Si renuncias a una herencia pura y simplemente, no pagas impuestos. Pero si lo haces a favor de otra persona o fuera de plazo, sí tendrás que pagar el Impuesto de Donaciones o de Sucesiones. Para ello hay que entender que significa renuncuar a una herencia, tipos de renuncia y plazos.
¿Qué significa renunciar a una herencia?
Renunciar a una herencia es un acto jurídico mediante el cual una persona rechaza formalmente los derechos que le corresponden sobre el patrimonio de un fallecido. Según el Código Civil español (artículos 988 y siguientes), la renuncia debe ser expresa y realizarse mediante escritura pública ante notario o mediante escrito presentado ante el juez competente.
A diferencia de la aceptación, que puede ser tácita o expresa, la renuncia siempre requiere manifestación explícita de la voluntad del heredero. Es importante entender que al renunciar, se pierden todos los derechos sobre los bienes, pero también se evita asumir las posibles deudas del causante.
Situaciones habituales de renuncia:
- Herencias con deudas superiores al valor de los bienes
- Conflictos familiares que se desean evitar
- Deseo de que otros herederos reciban una mayor cuota
- Estrategias de planificación fiscal familiar
Tipos de renuncia a la herencia
La Dirección General de Tributos distingue claramente entre dos modalidades de renuncia, cada una con consecuencias fiscales radicalmente diferentes.
Renuncia pura y simple
Este tipo de renuncia implica que el heredero rechaza la herencia sin condiciones ni especificaciones sobre quién debe recibirla en su lugar. Es la forma más directa de rechazar una herencia.
Características principales:
- No se acepta ni se transmite ningún derecho hereditario
- El renunciante se considera como si nunca hubiera sido llamado a la herencia
- El caudal hereditario pasa automáticamente al siguiente heredero según el orden legal de sucesión
- No genera ninguna obligación fiscal para el renunciante
Cuando la renuncia se realiza de manera pura, simple y gratuita, el contribuyente no adquiere la condición de heredero ni legatario, por lo que no está sujeto al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Renuncia traslativa o en favor de persona determinada
Esta modalidad se produce cuando el heredero renuncia señalando específicamente a quién deben pasar sus derechos hereditarios. Desde el punto de vista fiscal, esto se considera como una aceptación seguida de una transmisión o donación.
Implicaciones fiscales:
- Se entiende que primero se ha aceptado la herencia
- Posteriormente, se transmiten los bienes a un tercero
- Genera dos hechos imponibles:
- Impuesto de Sucesiones por la aceptación inicial
- Impuesto de Donaciones por la transmisión posterior al beneficiario designado
- Si la renuncia implica contraprestación económica, puede generar obligaciones en el IRPF
Para comprender mejor las diferencias entre las figuras sucesorias, puede resultar útil conocer las diferencias entre herederos y legatarios.
¿Cuándo hay que pagar impuestos al renunciar a una herencia?
La obligación fiscal no depende del acto de renunciar en sí mismo, sino de las circunstancias y la forma en que se realiza.
Casos en los que SÍ existe obligación fiscal:
- Renuncia traslativa o en favor de una persona concreta
- Renuncia realizada después de haber aceptado la herencia de forma tácita
- Renuncia efectuada fuera del plazo de seis meses desde el fallecimiento, cuando ya se ha considerado la aceptación tácita
- Renuncia con contraprestación económica (onerosa)
Casos en los que NO existe obligación fiscal:
- Renuncia pura, simple y gratuita realizada dentro del plazo legal
- Renuncia antes de cualquier acto que implique aceptación tácita de la herencia
- Cuando el renunciante no ha llegado a tener nunca la condición legal de heredero
Plazos y procedimiento para renunciar a una herencia
El procedimiento de renuncia está sujeto a plazos específicos que conviene conocer para evitar consecuencias fiscales no deseadas.
Proceso de renuncia:
- Plazo general: 6 meses desde el fallecimiento del causante, con posibilidad de prórroga de otros 6 meses previa solicitud
- Formalización ante notario: Mediante escritura pública de renuncia de herencia
- Formalización judicial: Si existe un procedimiento judicial abierto, la renuncia debe presentarse ante el juez competente
- Requisitos formales: La manifestación de voluntad debe ser clara, expresa e inequívoca
Es fundamental realizar la renuncia dentro del plazo establecido, ya que transcurrido el mismo sin manifestación expresa, podría interpretarse la existencia de una aceptación tácita, especialmente si se han realizado actos propios de heredero.
Consecuencias legales de renunciar a una herencia
La renuncia a una herencia es un acto con efectos jurídicos definitivos que el heredero debe valorar cuidadosamente.
Principales consecuencias:
- Pérdida total de derechos: Se pierden todos los derechos sobre bienes, derechos y acciones del causante
- Liberación de deudas: No se responde de las deudas hereditarias
- Carácter irrevocable: No se puede revocar la renuncia salvo que exista vicio del consentimiento (error, violencia o dolo)
- Transmisión automática: Los derechos pasan al siguiente heredero según el orden sucesorio establecido legalmente o en testamento
En caso de que la renuncia genere una comunidad de bienes entre hermanos por herencia, los herederos que acepten deberán gestionar conjuntamente el patrimonio heredado.
Ejemplos prácticos y casos habituales
Para comprender mejor las implicaciones fiscales de la renuncia, conviene analizar situaciones reales:
Caso 1: Herencia con deudas Un padre fallece dejando deudas superiores al valor de sus bienes. Los hijos renuncian de forma pura y simple a la herencia. Al no aceptar la herencia, no tributan por el Impuesto de Sucesiones ni asumen responsabilidad sobre las deudas.
Caso 2: Renuncia en favor de un hermano Tres hermanos heredan a partes iguales. Uno de ellos renuncia en favor de los otros dos. Esta renuncia traslativa genera:
- Impuesto de Sucesiones por su tercera parte inicial
- Impuesto de Donaciones por la transmisión de su parte a los hermanos beneficiados
Caso 3: Renuncia fuera de plazo Un heredero deja pasar 8 meses sin manifestarse ni realizar la renuncia formal. Durante ese tiempo, ha usado uno de los vehículos heredados. Este acto implica aceptación tácita, por lo que ya tributa como heredero. Si posteriormente renuncia, deberá tributar también por la transmisión.
Caso 4: Estrategia de planificación generacional Un hijo único renuncia pura y simplemente a la herencia de su padre para que pasen directamente a sus propios hijos (nietos del fallecido). Si la renuncia es pura y simple, el hijo no tributa y los nietos heredan directamente, aunque con una tributación potencialmente mayor por el grado de parentesco.
Consideraciones finales
La renuncia a una herencia es una decisión personal que puede tener importantes consecuencias fiscales según cómo se formalice. La clave está en el tipo de renuncia: mientras que la renuncia pura, simple y gratuita no genera obligaciones tributarias para el renunciante, cualquier otra modalidad puede implicar el pago de impuestos tanto por sucesiones como por donaciones.
Antes de tomar una decisión, resulta recomendable analizar la escritura de aceptación de herencia y sus implicaciones, así como consultar con profesionales especializados en derecho sucesorio que puedan evaluar cada caso particular y sus consecuencias legales y fiscales específicas.